En la era digital, la Inteligencia Artificial (IA) se ha infiltrado en nuestras vidas cotidianas, transformando la forma en que interactuamos con la tecnología y el mundo que nos rodea. Mientras las noticias de prensa se llenan de titulares sobre avances emocionantes en IA, también se hacen eco de la opinión y las preocupaciones de los consumidores y usuarios, revelando una compleja relación entre la tecnología y quienes la utilizan.
Consumidores escépticos y poco informados
Está claro que para las empresas y marcas el uso de la IA puede ser un arma muy poderosa para sus negocios; desde crear campañas de marketing más personalizadas hasta la posibilidad de atender con más precisión a los clientes, pasando por la posibilidad de identificar a clientes tóxicos o que vayan a cometer fraudes a la compañía, la IA es una herramienta que tiene todos los visos de convertirse en una palanca esencial de cualquier negocio.
Pero lo que puede resultar (o por lo menos parecerlo) una herramienta fundamental para mejorar el negocio de las marcas, para los consumidores y usuarios no parece estar tan claro a tenor de las distintas encuestas e informes que se han venido publicando en los últimos meses. Así, según un estudio realizado por Dunnhumby en los EE.UU., sólo el 20% de los consumidores encuestados confiaban en la IA y en el caso del Reino Unido el porcentaje bajaba a un 14%. Por otro lado, nos encontramos con los datos que nos proporcionaba Salesforce donde en una encuesta realizada a más de 14.000 personas más del 40% de los clientes encuestados indicaron que no confiaban en que las empresas vayan a usar la IA de forma ética, y casi el 70% afirmó que es más importante que las empresas sean dignas de confianza a medida que avanza la tecnología de IA. Según el estudio Cisco Consumer Privacy Survey 2023, elaborado por la empresa Cisco, en España el 69% de los consumidores se muestran “preocupados” por cómo las empresas utilizan sus datos personales para la IA.
Pero pese a todas estas reticencias por parte de los consumidores en lo que parece que coinciden la mayoría es que la IA puede ayudar a mejorar la experiencia de estos en su relación con las empresas y que se debería usar en la atención médica, para ahorrar tiempo y en la investigación.
Uno de los datos más curiosos de estas encuestas e informes es, que pese a la desconfianza que tienen los encuestados hacia la IA, no todos parecen estar formados y tener muy claro que es la IA y en qué consiste. De esta manera
una cuarta parte no había oído hablar de Chat GPT y tan solo un 18% se habían animado a usarlo.
Confianza en la IA
La confianza es un elemento clave en la relación entre los consumidores y la IA. A medida que la IA se vuelve más importante, los consumidores expresan sus preocupaciones sobre la seguridad y la privacidad de sus datos personales. La transparencia en la recopilación y el uso de datos se ha convertido en un tema candente, y las empresas que desean mantener la confianza de los consumidores deben abordar estas inquietudes de manera proactiva.
La ética en el desarrollo y uso de la inteligencia artificial ha emergido como una preocupación central para los consumidores. Hay noticias que resaltan casos en los que los algoritmos han demostrado sesgos o discriminación, lo que lleva a una creciente conciencia sobre la importancia de la responsabilidad ética en la creación de tecnologías de IA. Los consumidores demandan una mayor claridad sobre cómo se toman decisiones algorítmicas y exigen estándares éticos más sólidos.
En conclusión, la opinión de los consumidores sobre la inteligencia artificial es diversa y compleja. Mientras que la tecnología ofrece beneficios notables, también plantea desafíos y preocupaciones que deben abordarse de manera proactiva.
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