En un momento en el que la digitalización de los negocios se ha convertido en un punto clave para cualquier marca o empresa (según el Estudio Ecommerce 2022 elaborado por IAB Spain, el 78% de los internautas en nuestro país ya compran online), que las ventas en las tiendas sigan a buen ritmo es algo primordial para las marcas.
Cierto es que para una empresa el margen de beneficios que tiene la venta online es mayor que el que se produce en la tienda, pero las tiendas son también imagen de marca y publicidad, por lo que es importante que estas estén llenas de gente, que si además compran mucho mejor.
Y uno de los recursos que usan las marcas para “invitar” a los clientes a entrar en las tiendas y de paso estimular sus ganas de comprar es la música que escuchan y los olores que perciben.
¿Qué es el marketing olfativo?
La primera vez que entré en un Fnac fue en Burdeos (Francia) en el año 1990 y una de las cosas que más me llamó la atención era el olor tan especial que había en todas las plantas de la tienda (un olor agradable que te transmitía cierto glamour). Años después, cuando se abrió el primer Fnac de Madrid en la Plaza de Callao fui a visitarlo y, ¡oh, sorpresa!, la tienda olía exactamente igual que la de Francia.
Según un estudio de la Universidad Rockefeller de Nueva York, una persona puede recordar sólo el 5% de lo que ve, el 2% de lo que escucha y el 1% de lo que toca, pero puede recordar el 35% de lo que huele. Esto demuestra la importancia que tiene ahora mismo para las marcas que sus tiendas físicas tengan un olor especial e igual en todas ellas.
Y en eso consiste el marketing olfativo, es la técnica que ayuda a crear un olor o una fragancia que permita al consumidor identificarla con una marca determinada y que además le resulte lo suficientemente atractiva o agradable para consumir los productos de esa marca o le incite a entrar en una tienda de la misma. Y es que hay estudios que señalan que los consumidores pasan hasta un 44% más de tiempo en las tiendas cuyo olor les resulta agradable
Y es que, en función del negocio, los aromas de los ambientadores que usan cambian, por ejemplo, las jugueterías, tiendas de moda infantil o de artículos para la infancia ambientan con aromas de talco, caramelo, regaliz y chicle, las agencias inmobiliarias buscan notas aromáticas que recuerden al hogar, las tiendas de ropa varían en función de si están orientadas a la mujer (aromas tipo azahar, cítricos y marinos) o al hombre (cuero, madera, sándalo…) y así, un largo etcétera.
En España hay multitud de marcas que usan esta técnica como
Zara Home, El Ganso, Stradivarius, Scalpers, Desigual, Massimo Dutti…
y cada una tiene su aroma personal que las hacen inconfundibles.
¿Qué es el marketing sonoro?
Lo reconozco, soy un adicto a la app Shazam y cuando oigo una canción que me gusta y no sé quien la canta allá que abro esta maravillosa aplicación que me da la respuesta. Y es que me he dado cuenta de que hay tiendas que ponen una música que no la sueles escuchar en los medios masivos y que es muy chula. Pues ahí estoy yo con mi móvil para averiguar que canción es.
Y es que la música es (y desde hace mucho tiempo) uno de los principales reclamos que tienen las tiendas para que sus clientes se sientan bien mientras hacen sus compras, o se puede convertir en un inconveniente si no sabes elegir el tipo de música y volumen correcto en función del tipo de cliente que tienes.
Según distintos estudios la música puede llegar a influir en el 72% de los consumidores a la hora de comprar y puede ayudar a aumentar las ventas hasta un 9%. Según la Universidad de Londres cuando se reproduce en un supermercado música lenta los clientes tienden a gastar más que si se le pone música más marchosa.
Las tiendas destinadas a un público joven tenderán a poner música más moderna que tenga reminiscencias pop, hip-hop o indie y con un volumen un poco alto, mientras que las tiendas dirigidas a un público más maduro o con un poder adquisitivo más alto suelen poner música tipo jazz, lounge o chill-out y con un volumen más suave.
De esta manera tenemos muchos ejemplos de marcas que usan la música como un reclamo para sus clientes: las tiendas de Apple usan música instrumental tranquila y relajante, Zara prefiere música actual y moderna, Starbucks da un paso más allá y la música en sus tiendas varía según el momento del día, pero siempre será música suave y relajante, H&M se decanta por música más joven con ritmos bailables. Y así tantas otras.
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