¿Cómo funciona? ¿Es legal cambiar los precios?
Como ya comentamos en The Customer Today en el artículo La privacidad digital en las redes sociales e Internet cuando navegamos por Internet o usamos determinadas app’s en el móvil estamos facilitando, la mayoría de las veces y de forma inconsciente, información muy valiosa sobre nosotros mismos (que nos gusta más o menos, cuáles son nuestras preferencias a la hora de viajar, nuestra edad aproximada, donde vivimos, etc.) si no tenemos las opciones de privacidad de nuestro navegador o app’s configuradas de tal manera que evitemos esto.
Cuando compramos o estamos mirando algo que queremos comprar o contratar ocurre algo parecido. Entran en juego una serie de algoritmos que, en combinación con la Inteligencia Artificial y la gestión masiva de datos (el famoso Big Data), da lugar a que se puedan variar los precios en función de nuestro perfil personal.
Una de las primeras cosas que nos preguntamos es si la personalización de precios es legal. Y la respuesta es que es legal siempre y cuando no se discrimine en función de la raza, el sexo, la religión, la orientación sexual, la nacionalidad o la ideología. Y como se dice vulgarmente: “hecha la Ley, hecha la trampa”. Cierto es que, probablemente, las marcas no tengan en cuenta (o eso dicen) estas variables a la hora de mostrar los precios, pero si tienen en cuenta otras que, a lo mejor, pudieran ser cuestionables.
De esta manera los precios se “personalizan” no solo en función de la oferta y la demanda, sino que entran en juego otros factores como el
dispositivo
desde el cual estemos haciendo la compra (no es lo mismo tener un móvil de gama alta que uno de gama baja), la
ubicación física
donde nos encontramos (no es lo mismo vivir en una ciudad que otra), las
veces que has entrado a consultar un producto o servicio… Las opciones que se pueden tener en cuenta son múltiples y variadas.
¿Podemos hacer algo para tratar de comprar un poco más barato?
Aunque exige cierto esfuerzo podemos llevar a cabo algunas prácticas que nos pueden ayudar a tratar de comprar online con precios más baratos. Vamos a ver cuáles son:
1. Elige bien el día que quieres hacer la compra. Parece que, con carácter general, el día de la semana más barato para comprar online es el viernes, ya que es cuando más tiempo tenemos para navegar ya que se genera más oferta y demanda. Ahora bien, los productos de electrónica como los ordenadores o cámaras de fotos están más baratos los jueves y los viernes es un mal día para comprar consolas y videojuegos. Los billetes de avión mejor los martes a última hora o los miércoles muy temprano.
2. Maten tu privacidad a raya cuando navegues o uses el móvil. Podemos configurar el navegador de nuestro ordenador y móvil, así como las app’s que usamos, para que nuestra privacidad esté a buen recaudo. En este sentido te remitimos de nuevo a nuestro artículo La privacidad digital en las redes sociales e Internet.
3. Usa Internet a tu favor. Existen webs y aplicaciones que se dedican a comparar precios y que nos pueden ayudar a buscar el momento perfecto para comprar: Google Shopping, Camelcamelcamel, Idealo o Kelkoo son algunas de ellas.
Para saber más: