Una de las cosas que menos nos gusta a los consumidores es recibir llamadas comerciales tratando de vendernos algún producto o servicio y si encima es a determinadas horas nos resulta especialmente molesto, pero las empresas y marcas siguen viendo un filón en este tipo de prácticas para aumentar sus ventas.
Pero esta situación es casi insostenible, y así lo atestigua el informe Índice de tendencias del consumidor en Europa 2023, elaborado por Marigold, donde el 57% de los encuestados indicaron que prefieren aquellas marcas que solo se comunican con ellos cuando es necesario. Y eso excluye las llamadas donde les tratan de vender algo.
Regulación de las llamadas comerciales.
La nueva Ley General de Telecomunicaciones trata de poner un poco de orden a la hora de que las empresas realicen llamadas comerciales, de tal manera que, a partir del 30 de junio, será necesario tener el consentimiento expreso del consumidor para poder recibir este tipo de llamadas como se indica en su artículo 66: “Con el fin de proteger en mayor medida los intereses legítimos de los consumidores y usuarios, queda prohibida la realización, por parte de los operadores, de llamadas telefónicas no solicitadas por el consumidor y/o usuario con el objetivo o efecto de promocionar o vender bienes o servicios. No será de aplicación la restricción anterior siempre y cuando exista un consentimiento previo del propio consumidor y/o usuario para recibir comunicaciones comerciales que habilite al propio".
A esto tenemos que sumar el artículo 96 de la Ley para la Defensa de los Consumidores que establece una serie de normas sobre como se tienen que realizar las llamadas comerciales:
¿Puede hacer algo más el consumidor?
Al margen de esta ley, que ayudará a poner un poco de orden en la emisión de llamadas comerciales, los consumidores tenemos más armas para evitar, en la medida de lo posible, recibir este tipo de llamadas. Entre ellas se encuentran:
Para saber más: