Los mayores tratan de ser también digitales
De nuevo tenemos que mirar a la pandemia como uno de los responsables de que la digitalización se haya incrementado en todo el mundo y que haya “empujado” a muchos de nuestros mayores a lanzarse al uso de herramientas y utilidades digitales.
Aunque el número de usuarios de Internet mayores de 65 años sigue aumentando y en el año 2021 alcanzamos casi un 60% de usuarios habituales frente al casi 33% que había en el 2017, el Barómetro Mayores de la Unión Democrática de Pensionistas de España demuestra la brecha digital que hubo sobre todo al principio de la pandemia donde los ciudadanos tuvimos que hacer muchas gestiones por vías digitales y donde muchos de nuestros mayores que no usaban Internet se encontraron con no pocas dificultades. De esta forma el 14% indicaron que no pudieron realizar gestiones sanitarias, un 13% aseguraron que no pudieron seguir las instrucciones que por teléfono les indicaba una centralita o un casi un 8% que no pudieron realizar compras online. Y así muchos más ejemplos.
Pese a todo ello muchos de nuestros mayores se han puesto manos a la obra y han decidido digitalizarse para tratar de mejorar su calidad de vida. De esta forma ese 60% de mayores que indican que usan Internet de forma habitual lo hacen sobre todo para:
Todavía queda mucho trabajo por hacer
Pese a este esfuerzo que están haciendo nuestros padres y abuelos por adentrarse en el mundo digital todavía queda camino por recorrer si no queremos que se queden fuera. Lógicamente las generaciones más jóvenes, y las que están por venir, lo tienen mucho más fácil ya que ese proceso de digitalización se ha producido de una forma casi natural, pero nuestros mayores demandan ayuda en esta materia. Tenemos que tener en cuenta que las empresas tienden a reducir la atención personal frente a la atención digital y ese cambio le resulta más complejo a las personas a las que durante la mayor parte de su vida tuvieron siempre a una persona se referencia en su banco o en la tienda donde hacían la compra.
Todo esto requiere un esfuerzo por parte de toda la sociedad: por un lado las empresas tecnológicas haciendo de la digitalización algo cada vez más sencillo (que ya lo están haciendo ya que es parte de su negocio), las empresas que se apoyan en la tecnología para atender a sus clientes, las administraciones que deberán dedicar los recursos necesarios para formar a nuestros mayores y para que las gestiones digitales de la administración sean cada vez más sencillas y, por supuesto, las familias, donde los hijos y nietos jugamos un papel fundamental para ayudar a nuestros mayores a usar la tecnología de una forma segura y responsable.
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