La revolución digital que se ha generado a raíz de Internet en combinación con el uso de dispositivos móviles como smartphones y tablets, ha dado lugar a que la experiencia de los usuarios y clientes haya cambiado totalmente. La posibilidad de tener acceso de forma inmediata a la información, realizar gestiones en cualquier lugar y momento, poder comprar productos o contratar servicios de una forma sencilla, etc. ha cambiado la percepción de lo que los clientes entienden por una buena experiencia de cliente.
Ya no basta con vender un buen producto o tener un gran servicio de atención al cliente, lo importante ahora es la inmediatez que demanda el usuario a la hora de ser atendido o de la facilidad con la que puede comprar o realizar una gestión. Pero todo esto se puede complementar y mejorar todavía más con la realidad aumentada.
Realidad virtual y realidad aumentada ¿es lo mismo?
La realidad virtual es una tecnología que consiste en la inmersión sensorial en un nuevo mundo, basado en entornos reales o no, que ha sido generado de forma artificial, y que podemos percibir gracias a unas gafas de realidad virtual y sus accesorios (cascos de audio, guantes, etc.). A través de las gafas y sus accesorios somos capaces de adentrarnos en un mundo ficticio diseñado al efecto e interactuar con el mismo.
La realidad aumentada sin embargo es capaz de combinar el mundo físico real que nos rodea con elementos virtuales de tal manera que el usuario percibe un entorno más real. La capacidad de unir lo virtual y lo físico es uno de los principales atractivos de esta solución, esto se debe a que puede adaptarse a cualquier espacio y aprovechar todas las dimensiones para incrementar la percepción del usuario, arrojando datos de interés y asistiendo en sus actividades.
Además, la realidad aumentada parte de una ventaja respecto a la realidad virtual, y es el hecho de que no requiere de unos dispositivos especiales como unas gafas de realidad virtual para poder usarse, le basta la cámara de nuestro móvil o tablet para poder integrar el entorno físico con los elementos virtuales.
Ejemplos de realidad aumentada
IKEA: ofrece a sus clientes la app Ikea Place donde se puede situar dentro de un entorno físico, como el salón o una habitación, un mueble para hacerse una idea de cómo podría quedar.
MERCEDES: dispone de la aplicación Ask Mercedes donde el cliente puede enfocar con su móvil el interior del vehículo y la aplicación le irá mostrando en el mismo para que sirven y como se usan cada uno de los elementos que componen el salpicadero del coche.
L'ORÉAL: la marca de cosmética y belleza dispone de la app Style My Hair de L’Oréal Professionnel, que permite a los usuarios maquillarse de manera virtual o ver cómo quedaría un tinte para el cabello antes de adquirirlo.
Televisión: usa de forma recurrente la realidad aumentada en las retransmisiones deportivas donde, aprovechando las imágenes reales que capturan a través de las cámaras, incorpora elementos virtuales como la imagen de los futbolistas o bien datos del partido.
Podemos decir por tanto que la realidad aumentada puede llegar a ser una herramienta clave para mejorar la experiencia de cliente y de usuario, pero también puede servir para mejorar la atención al cliente, aumentar las ventas, recopilar el feedback del cliente…
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