Entre las claves que usa Netflix
para no implementar anuncios se encuentra la experiencia de sus clientes. Según la compañía tienen un modelo muy sencillo y simple que los clientes valoran, donde no hay anuncios o pagos adicionales y que con una suscripción puedes ver todo lo que tienen en su portfolio. Tienen claro que emitiendo anuncios o cambiado el modelo podrían obtener más ingresos, pero con ello romperían la experiencia del cliente
y no quieren arriesgarse a ello.
Para reforzar esta posición un estudio realizado en 2019
entre 16.000 suscriptores
de Netflix
mostró que aproximadamente la mitad cancelaría sus suscripciones si el servicio comenzara a mostrar anuncios, incluso si eso significara precios de suscripción más bajos para ellos. El estudio se realizó entre suscriptores de EE.UU, Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia
y todos estuvieron de acuerdo: los anuncios son un mal paso.
Sin embargo, algunos expertos indican que el hecho de que Netflix
no emita anuncios no evita que hagan uso del llamado product placement,
es decir, incluir en las series o películas de producción propia marcas de productos de forma muy evidente donde el espectador no pueda evitar dejar de verlos, aunque Netflix
ha negado en muchas ocasiones que reciba ingresos por parte de las marcas que aparecen en sus series o películas.