Campamentos, guarderías, establecimientos para celebrar cumpleaños, cuidado de niños, peluquerías, alquiler de canchas deportivas… Negocios todos ellos orientado a los más pequeños de la casa y… también a los padres.
Montar un negocio nos es fácil: requiere de una planificación, inversión de tiempo y dinero grande y siempre con la idea de vender los mejores productos y ofrecer los mejores servicios. Si a eso añadimos que nuestro negocio queremos que vaya orientado a los más pequeños de la casa la cosa se puede poner más difícil.
Hace no muchos días tuve la ocasión de celebrar el cumpleaños de mi hija en un lugar que me pareció genial: vestían a las niñas de princesas, las maquillaban, bailaban… Vamos, que no faltaba de nada. Tuve la ocasión de hablar con la dueña y trabajadores de este negocio y pude ver lo complejo que puede ser montar un negocio de este tipo. Y me puse a investigar sobre el tema.
La edad de nuestros pequeños clientes.
Puede que lo que estemos comentado parezca una tontería, pero en función de la edad del público objetivo
al que queramos dirigir nuestro negocio o actividad el tipo de empleados y orientación que le tenemos que dar es completamente diferente.
No es lo mismo el público de una biblioteca infantil donde se pueden celebrar pequeñas obras de teatros o los tan de moda “cuentacuentos”, a un sitio de karting donde los chavales tendrán la oportunidad de conducir un vehículo.
Está claro que cuanto más jóvenes sean nuestros pequeños clientes el trato hacia ellos deberá ser diferente respecto de los que son más mayores. Un niño pequeño tendrá unas necesidades y requerirá de una atención mucho más específica que uno más mayor que es más independiente y necesita que se le trate como un niño “mayor”.
Piensa en los padres y familiares
No lo dudes: los padres y familiares de tus pequeños clientes son también tus clientes, y como tales los tienes que tratar.
En función del tipo de negocio que tengas es probable que mientras los retoños se lo están pasando fenomenal los papás tengan que estar esperando a que termine la fiesta. Y aquí tenemos que jugar nuestras bazas: disponer de un lugar donde los padres puedan charlar y tomar algo mientras esperan nos puede hacer ganar muchos enteros en nuestro negocio ¿Alguien sabe el ruido que hacen un montón de niños juntos que además se lo están pasando pipa? Es complicado, pero disponer de un lugar para los padres y familiares aislado acústicamente del lugar donde se encuentran los “peques” hace que también disfruten del evento.
Hay otros negocios donde los niños no van a estar físicamente cerca de los padres durante un tiempo, por ejemplo, los campamentos: en este aspecto es fundamental que informemos correctamente a los padres del tipo de actividades y necesidades que van a tener los niños durante el tiempo que van a estar alejados de sus padres. Y si además podemos ir informando a los padres enviando fotos, a través de las redes sociales o por otro medio mejor que mejor.
Ten en cuenta la regulación
Y aquí entramos en un tema peliagudo: la regulación en relación con los niños es muy exigente, como no podría ser de otra forma. En algunos casos se trata de proteger al máximo la intimidad de aquellos que pueden ser más vulnerables y en otros se trata de salvaguardar su propia salud, bienestar o integridad física.
Hacer fotos, grabar en vídeo, guardar datos personales de los niños, tener cámaras de seguridad dentro del recinto…
son puntos que tenemos que tener en cuenta y que tendremos que ajustar a la legalidad vigente: la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales
o el Reglamento General de Protección de Datos
son alguna de las normas que tendremos que acatar.
Además, en función del negocio que tengamos tendremos que tener en cuenta otras normas que garanticen la integridad física y salud de los niños. Así, por ejemplo, en una guardería el sistema de calefacción tiene que estar aislado o los columpios tienen que ser de un material que impida que los niños se puedan hacer daño.
Negocios de la rama sanitaria
Ya tuvimos la ocasión de hablar en su momento de las particularidades que tienen los negocios relacionados con la rama sanitaria en
La experiencia del paciente. Y es que p
ara un niño no es fácil acudir al pediatra, al dentista, a hacerse unos análisis o estar ingresado en un hospital. Están fuera de su zona de confort y, además, en la mayoría de los casos, están enfermos y demandan una atención especial que les debemos dar.
De nuevo, en función de la edad de nuestros pequeños pacientes, tendremos que tener preparadas una serie de actividades y decoración para que su estancia sea lo más llevadera posible: pintar las paredes con dibujos y colores llamativos, que el personal sanitario vista de forma divertida dejando de lado los colores más asépticos típico de los hospitales, contar con una buena biblioteca o juegos, etc. nos ayudará a mejora la experiencia de los clientes infantiles de nuestro negocio.
…y mucha paciencia
Te lo dicen todos los profesionales que tienen un negocio relacionado con niños: si no tienes paciencia no montes un negocio orientado al público infantil.
No sé trata solo de saber tratar a los niños, sino además de disponer de una empatía y paciencia con los padres que, en no pocas ocasiones, te ayudará a salir airoso de situaciones de lo más inverosímiles.