Desde que me dedico a la formación, no he parado de reciclarme y gracias a ello he podido realizar un autoanálisis de mi experiencia como docente y también de mi experiencia como alumna.
Parece que hablo de dos perfiles opuestos Docente-Alumno/a, pero que realmente están estrechamente vinculados, ya que este proceso de formación continua enriquece considerablemente mi reflexión como formadora y alumna y hace que me plantee mis posibles fallos para ir mejorando en muchos aspectos relacionados con los estilos de aprendizaje, metodologías, contenidos…etc.
Por todo esto, mi reto como docente es adaptar mis conocimientos y contenidos a las necesidades del alumno y a sus objetivos.
“No existen dos sesiones formativas iguales” , porque aunque el docente y los contenidos sean los mismos, las personas que asisten como participantes tienen funciones, metas y aprendizajes diferentes y hay que enfocar la formación a lo que ellos necesitan en ese momento.
La formación debe girar en torno al alumno/a, es necesario escuchar, empatizar con ellos /as y cuidar todos los aspectos.
Además, hay que tener en cuenta que si actualmente, un consumidor/a elije dónde, cómo y cuándo comprar , un alumno/a elige el qué, cuándo y cómo quiere estudiar . Hay que poner a su disposición los recursos tecnológicos necesarios para que el alumno/a tenga una buena experiencia y superar sus expectativas.
Aquí surge la “Formación online” , una experiencia que no llega “cuajar” en algunos colectivos, tachándola de impersonal, monótona y en algunos casos mal estructurada.
Por ello, antes de elegir un curso online, debemos informarnos de los objetivos programados, el contenido, si tiene o no tutor y qué tiempo tenemos para finalizar el curso.
La enseñanza presencial y la enseñanza online tienen características comunes, pero no debemos olvidar que el e-Learning ha supuesto un cambio en los roles de todos los elementos y actores de la acción formativa, que tienen que adaptarse y adecuarse a un nuevo entorno telemático.
Hay que destacar, que la persona que elige formarse de manera online, se enfrenta a un aprendizaje autónomo (que no sólo), eres tú el que marcas el ritmo de tus avances y para ello deberás tener una auto-disciplina.
En tele formación, el alumno/a debe sentirse acompañado, saber que hay una persona al otro lado de la pantalla dispuesta a ayudarle, resolver sus dudas y conseguir guiarle en todo el proceso de aprendizaje.
El tutor/a online, al igual que un formador/a presencial, debe mostrar cercanía, profesionalidad y ser una persona asertiva, haciendo del aprendizaje del alumno una experiencia única y facilitando la interacción y colaboración con los demás alumnos/as.
No sólo buscamos la experiencia como clientes, sino también como alumnos/as. Buscamos calidad, empatía, profesionalidad y garantía de aprendizaje.
La experiencia del alumno/a se centra en esa ayuda que se le ofrece, en esa guía, ese acompañamiento y entendimiento, en definitiva, sentir que ha alcanzado los objetivos propuestos y que el proceso ha sido facilitado por el docente.
“No podemos decir que el alumno/a siempre lleva la razón, pero lo que está claro, es que el alumno debe ser siempre la razón de ser docente”
Formadora y tutora online, creadora y diseñadora de contenidos SCORM y fundadora de Comunicate
2.0 e-Learning
( www.comunicate2-0.es
)
Patriciaes una apasionada de la atención al cliente, el marketing y la docencia. Con una experiencia de más de 13 años como formadora en atención al cliente, postventa, fidelización y ventas ha volcado todo ese conocimiento en impartir clases y cursos creativos, dinámicos y constructivos con el objetivo de facilitar a sus alumnos la mejor experiencia formativa.