En la era digital, las redes sociales han transformado la manera en que nos conectamos, compartimos y nos informamos. Sin embargo, un fenómeno creciente ha venido ganando terreno: la desconfianza de algunos usuarios hacia estas plataformas. A medida que la influencia de las redes sociales se ha expandido, también lo ha hecho la preocupación sobre la privacidad, la manipulación de la información y la seguridad en línea.
Se calcula que durante el año 2023 había en el mundo más de
4.760 millones de usuarios de redes sociales
y según un informe realizado por la consultora
Gartner, más de la mitad de esos usuarios de redes sociales tienen la percepción de que estas se han deteriorado enormemente en comparación con el año anterior y los cinco años precedentes.
Falta de privacidad, veracidad y calidad
Uno de los principales motivos de desconfianza radica en la gestión de la privacidad. Muchos usuarios se sienten inquietos ante la cantidad de datos personales que comparten en estas plataformas y cómo estos son utilizados por terceros, como anunciantes y algoritmos. De hecho, según el citado informe, solo el 28% de los encuestados confesaron que les gusta documentar su vida en las redes sociales, cuando en el año 2020 era el 40%.
La propagación de noticias falsas y la manipulación de la información son otros factores cruciales. Las redes sociales son canales poderosos para la difusión de contenido, pero también son propensas a la desinformación. Para más de la mitad de los encuestados la desinformación, la toxicidad y las cuentas falsas son las principales razones para fundamentar su creciente desconfianza por las redes sociales. A todo esto, tenemos que unir que al 72% le provoca temor que los generadores de contenido con Inteligencia Artificial puedan contribuir a la difusión de información falsa.
La falta de transparencia en los algoritmos de las plataformas sociales es otro aspecto que suscita desconfianza. La forma en que se selecciona y muestra el contenido a los usuarios a menudo permanece en la oscuridad. Esto alimenta la percepción de que las redes sociales pueden manipular la información que llega a los usuarios, moldeando sus opiniones y comportamientos de manera sutil pero significativa.
Pese a todo lo indicado, resulta curioso ver que solo el 50% estarían dispuestos a dejar completamente las redes sociales o la mayor parte de estas.
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