Se calcula que en el mundo hay más de 7.000 millones de usuarios de móviles y casi 16.000 millones de móviles operativos. Eso quiere decir que casi el 90% de la población mundial usa un dispositivo móvil y que por cada habitante en el mundo hay casi dos móviles.
Y es que el móvil ha pasado de ser un dispositivo que solo servía para hablar desde cualquier sitio con nuestros semejantes a ser una herramienta, gracias a Internet (no olvidemos este factor que es la clave de todo), que sirve para un montón de cosas: podemos comprar cosas, contratar servicios, sirve de navegador, nos permite usar el e-mail, podemos ver la TV, escuchar música, jugar, usar las redes sociales, hacer fotos, buscar en Internet, operar con nuestro banco, etc. Y cada vez puede hacer más cosas. Cosas para las que antes necesitábamos un ordenador ahora la tenemos a nuestro alcance en un aparato no más grande que nuestra mano.
Todo esto ha dado lugar a un fenómeno que hace 15 años no existía: una dependencia del móvil que puede derivar en lo que se denomina
nomofobia.
¿Qué es la nomofobia?
La nomofobia es un neologismo que deriva del inglés nomophobia acrónimo de no-mobile-phone-phobia que significa “miedo a quedarse sin teléfono móvil”.
Hace 15 años se consideraba que las personas que padecían nomofobia eran aquellas que tenían un miedo irracional a no poder comunicarse con otras personas a través de las llamadas. Esto ocurría sobre todo con personas que usaban su móvil para trabajar y se convertía en una herramienta esencial en su día a día laboral.
Pero la llegada de los smartphones cambió completamente el uso que se hacía de los móviles y la dependencia que teníamos de los estos. La llegada de la tecnología 3G permitía a los móviles conectarse a Internet a una velocidad más que razonable y los smartphones tenían la posibilidad de instalarse aplicaciones (las famosas app’s) que permitían hacer un uso de Internet sin necesidad de un navegador. La explosión de las redes sociales fue el detonante para que los móviles pasasen de ser esenciales a ser imprescindibles para mucha gente.
Situación actual entre los jóvenes españoles
Según un informe elaborado por el fabricante de móviles OnePlus el 81% de los españoles de entre 18 y 35 años sufre nomofobia, lo que los convierte en los jóvenes europeos más afectados por esta fobia y solo son superados por los italianos (82%).
El 89% de los jóvenes españoles admiten que necesitan saber siempre donde está su móvil, teniéndolo siempre en la mano, bolsillo o en su línea de visión.
Otro fenómeno muy curioso que se está dando a la par que la nomofobia es lo que se denomina la “ansiedad por la batería”, o lo que es lo mismo la preocupación constante por el nivel de la batería del móvil, dándose casos de encuestados que confirmaron que prefieren no salir de casa si la batería está a punto de agotarse o aquellos que solo quieren ir a restaurantes que tengan puntos de carga que puedan usar.
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